Testimonis
Ph.D (1979) en Harvard University (Romance Languages & Literatures), A.M. (1973) en Harvard University (Romance Languages & Literatures) y M.LiS (2004) San José State University. Entre los años 1973 y 2004 ha desarrollado su docencia en diversos establecimientos universitarios norteamericanos entre los que desta-can las siguientes universidades: University of California, Berkeley; University of California, Davis; Palo Alto School for Jewish Education; University of California, Santa Cruz; San José State University, Santa Clara Uni-versity, West Valley College; etc. Ha publicado gran número de artículos y trabajos de temática filológica, fi-jando su atención en diversos autores de la literatura Española como Galdós, Sénder, Valle-Inclán, etc. Di-rección electrónica: kromobile@earthlink.net
Se cuenta que a don Miguel de Unamuno se le preguntó en algún momento: «¿Cómo es posible que usted necesite dormir tanto? ¿Ocho horas como mínimo? A mí me bastan cinco horas». Unamuno respondió, con su malicia característica: «Sí, pero yo, cuando estoy despierto, estoy mucho más despierto que Ud.».
Mi maestro Joseph H. Silverman hubiera contestado de esa manera, sin duda. Los otros profesores míos, tan brillantes como Silverman, pero mucho más recatados, no habrían respondido así.
Yo tuve la inmensa suerte de estudiar con unos profesores magníficamente «despiertos». Cuarenta años después, sigo oyendo las voces tan despiertas de mis maestros, sigo leyendo trozos de texto en la pizarra, apuntando (desesperadamente) bibliografía que tendría repasar después, sigo viendo el brillo en el ojo del maestro que nos leía «¡Oh hado ejecutivo en mis dolores…!».