La estrategias de evaluación que realizan los estudiantes sobre sus propios compañeros (peer assessment) se conocen desde hace unos años y se han descrito y demostrado los beneficios que de su utilización se derivan. Estos métodos evaluativos incrementan la motivación de los estudiantes, refuerzan su autoestima y estimulan el razonamiento crítico. Es además una estrategia muy útil para determinar la contribución que realiza cada estudiante cuando se trabaja en grupo. Es sin embargo un tipo de evaluación que puede resultar difícil de implementar si no recibe el apoyo de los estudiantes. En este artículo describimos y discutimos el relativo poco éxito que hemos tenido cuando hemos tratado de utilizar autoevaluación y peer assessment para evaluar el trabajo en grupo en España, mientras que una estrategia similar nos funcionaba extremadamente bien en el Reino Unido. Discutimos también las razones que podrían explicar esta aparente contradicicón

Peer assessment strategies have been around for quite a while and the benefits derived from their implementation have been described and demonstrated. Peer assessment increases student motivation, builds up on self confidence and stimulates critical thinking and is a particularly useful strategy to assess the contribution of each student to group work. It is however a type of assessment which can be difficult to implement if the students do not support it. In this paper we describe and discuss the relative lack of success we have had when we have tried to use self and peer assessment to evaluate group work in Spain, whereas a very similar strategy worked extremely well for us in the United Kingdom. We also discuss the reasons which may explain this apparent contradiction.