A partir de la primera mitad del siglo XIX en la ciudad de Lérida, los médicos se convirtieron en un referente para propagar los conocimientos y desarrollo de la educación física y los ejercicios gimnásticos. Estas aportaciones se inician a partir de la segunda mitad del siglo XIX con las principales manifestaciones profesionales y académicas de Luis Roca, Tomás Casals, Carlos Amat o Martina Castells. El impacto institucional y social en el ejercicio de la profesión de estos y otros médicos dio la vuelta a la percepción popular que se tenía en Lérida acerca de los ejercicios gimnásticos, con frecuencia considerados unas actividades arriesgadas propias de los de acróbatas de circo o bajo la influencia militar. Las intervenciones propagandísticas de estos médicos se convirtieron en los primeros referentes en la institucionalización oficial de la educación física escolar y pública de Lérida.