Estudis i recerques
Licenciado en Biología, en Filosofía y en Ciencias de la Educación. Doctor en Pedagogía, es profesor del Departamento de Teoría e Historia de la Educación de la Universidad de Barcelona e imparte docencia en el campo de la Antropología de la Educación en el grado de Pedagogía de la Facultad de Educación de la Universidad de Barcelona. Dirección electrónica: miquelamoros@ub.edu

La visión parcial implícita a la especialización intelectual contemporánea conlleva que los posibles acercamientos a las diferentes problemáticas que competen a las disciplinas académicas no rindan mucho más, con excesiva frecuencia, que una asimismo parcial resolución de las mismas. Si este punto es preocupante por lo que se refiere a las disciplinas fundamentalmente teoréticas, desde las que nos es posible contemplar teoréticamente el mundo, nuestra desazón alcanza, probablemente, sus cotas más elevadas en el
caso de los campos de estudio en los que la perspectiva teorética se entrelaza fuertemente con sus derivaciones práxicas de acción teleológica en el mundo y en los hombres, como es el caso de la ciencia pedagógica. Una acción ciega, guiada por unos primeros principios erróneos, o por un proceso de autorregulación de la concordancia de la distancia entre los objetivos y los resultados con un ángulo excesivo de desviación entre ambos, únicamente producirá resultados educativos negativos sobre los sujetos implicados en el par educando-educador. Tales acciones mutilantes se derivan, en su raíz, de conocimientos parciales y, por lo tanto, erróneos; asimismo de concepciones erróneas acerca de qué sea el conocimiento (Morin, 2015, p. 20). La indagación acerca del conocimiento del conocimiento implica conocer la relatividad cognoscente-conocido, de la que emerge el conocimiento.