La compañía Torralba, integrada por socios aragoneses (algunos, ciudadanos barceloneses), se constituye en la década de 1420 con el objetivo de comercializar en Barcelona e Italia dos productos básicos de la economía aragonesa: el trigo y la lana. Se da la circunstancia excepcional de que se han conservado once libros de contabilidad de esta empresa, correspondientes a la gestión de uno de los socios, Joan de Torralba. La memoria del mercader ofrece un estudio sobre la actividad de la sociedad entre los años 1434 y 1437, junto con la transcripción del «Manual honzè», el libro que registra las operaciones realizadas en este período. Los datos conservados nos informan sobre la capacidad económica de la compañía y sus intereses, productos y espacios de actuación mercantil, posibilitando con ello la reconstrucción de sus redes de comercio y distribución.