Carthago Nova se convirtió en un centro comercial, minero y de gran importancia estratégica ya en el siglo II aC. Las evidencias tanto en la documentación arqueológica como en la epigráfica y numismática dan fe de ello. Con la presente obra —galardonada con el Premio Géza Alföldy 2020, que concede la Societas Internationalis Epigraphiae Graecae et Latinae—, M.ª Cristina de la Escosura profundiza en el estudio de la población de dicho núcleo urbano con el objetivo de conocer las posibles promociones jurídicas que experimentó a lo largo de su historia. Y lo hace de un modo que va mucho más allá del enfoque tradicional del problema y de las fuentes que nos permiten abordarlo. Así, la autora interroga directamente a los habitantes de la ciudad, usando una base de datos propia bautizada con el nombre de SPES (Studium Personarum Ex Scripturis), en la cual ha registrado a 322 individuos, de los que, gracias al análisis de estos materiales, ahora conocemos su existencia.