4.4 Movimiento propio de las
estrellas
Las estrellas se mueven con respecto al Sol, pero
las grandes distancias que nos separan de ellas motivan que sus desplazamientos
angulares sobre la esfera celeste sean muy pequeños; de ahí que hasta hace pocos
siglos se hablase de las "estrellas fijas". La existencia de
movimientos propios fue detectada por Halley en 1718.
FIG. 11.4
Se denomina movimiento
propio m de una estrella a su desplazamiento
angular heliocéntrico anual, debido a la componente perpendicular al radio
vector Sol-Estrella de su velocidad relativa. Existen unas 300 estrellas que
presentan movimientos propios comprendidos entre 1’’ y 5’’ por año, y unas
pocas entre 5’’ y l0’’ por año (estrellas "balísticas" o "proyectil").
En media, el movimiento propio de las estrellas visibles a simple vista es del
orden de 0”,1 por año.
En la Fig.11.4 representamos
por el desplazamiento en un año, suponiendo constante la
velocidad relativa
de la estrella E respecto al Sol, medido por el ángulo m.
Podemos descomponer el movimiento propio m de una estrella según los desplazamientos
angulares anuales en ascensión recta, mA y en declinación, mD denominados, respectivamente, movimiento propio en ascensión recta y movimiento propio en declinación.
FIG. 12.4
Para ello proyectamos el movimiento propio sobre
el paralelo y el meridiano celestes que pasan por la estrella E, en función del ángulo de posición q de (ángulo que forma el
vector con la dirección del Norte, medido de Norte a Este). Tendremos, por
tanto:
Es decir:
(26.4)
y las correcciones a efectuar a las coordenadas ecuatoriales debidas al
movimiento propio serán:
Por lo general, hasta enero de 1984, las
posiciones de las estrellas se corregían simultáneamente de precesión y de
movimiento propio y, a tal efecto, en los catálogos de posiciones medias
figuran sendas columnas en las que se dan, para cada estrella, la variación ánua en ascensión recta y en
declinación, suma de los correspondientes precesión ánua y movimiento propio:
A partir de dicha fecha y de acuerdo con las
resoluciones de la I.AU. a las que nos hemos referido en el apartado 4.1.1, la corrección por movimiento propio
se separa de la corrección por precesión.