GUIVERNAU MOLINA, Albert:
Economía de Cine
Sevilla: Círculo Rojo, 2014, 160 pp.
El cine, como es bien sabido, tiene un enorme valor pedagógico; se ha utilizado para aprender todo tipo de materias. Ahora, Albert Guivernau Molina incide, como algún otro libro anterior, en analizar la utilidad del Séptimo Arte para divulgar los conceptos básicos del mundo económico y empresarial.
Se trata de un autor bastante joven, recién licenciado en Economía, actual doctorando en la Universidad de Barcelona. Pero la edad no le impide expresarse con gran claridad, y demostrar en sus líneas un gran amor por su campo, y por las películas, lo que consigue contagiar al lector.
Se trata de un libro vocacionalmente sencillo, que apreciarán más los neófitos absolutos en temas económicos que los grandes eruditos. De hecho, comienza con un sencillo análisis –casi se diría que unas pequeñas pinceladas– de la Historia de la Economía, resumiendo lo ocurrido desde el Paleolítico, aunque centrándose mucho más en el siglo XX, cuando se inventa el cinematógrafo. No existe ninguna voluntad de estudiar cómo influye por ejemplo el momento de la Gran Depresión, en el aumento de venta de entradas, y en el tipo de películas –evasivas– que triunfaban en ese período histórico.
A continuación pasa al análisis de las películas. No pretende resultar exhaustivo, pues dedica a cada una entre una y tres páginas. Más bien parece que quiere llamar la atención sobre la idoneidad de cada una para dar lugar al debate sobre temas claves de la Economía. Por ejemplo, utiliza Cadena de favores para hablar del típico perfil del emprendedor, representado por el niño protagonista.
La selección puede calificarse como impecable, si bien sabe a poco. Pero Guivernau combina películas de su época (Acción civil, In Good Company, Profesor Holland) con grandes clásicos indiscutibles (Ciudadano Kane, Tiempos modernos, 12 hombres sin piedad). En muy poco espacio logra aclarar numerosos conceptos, pues por ejemplo emplea Wall Street para describir la Bolsa, etc.
El autor demuestra elegancia, y una concepción de los negocios que parece tan acertada como olvidada en el voraz mundo actual. Por ejemplo, se vale de Paseando a Miss Daisy para reflexionar sobre cómo tratar a un cliente, por difícil que éste sea, con el que nunca se debe entrar en conflicto. Incluso se atreve a hablar de caridad y humildad en la praxis empresarial (a propósito, cómo no, de la gran ¡Qué bello es vivir!). Sin duda, un enfoque tan positivo como útil, hoy más que nunca.
Concluye el volumen con un breve diccionario de términos económicos, y pequeñas biografías de los tres personajes más citados, en concreto los economistas más relevantes, John Maynard Keynes, Adam Smith y el psicólogo Abraham H. Maslow, padre de la Pirámide de Maslow.
JUAN LUIS SÁNCHEZ