CLOTATS i PERPINYÀ, Jordi; FLORENZA i CANALS, Jaume:
Cine: autoconciencia e identidad
Sevilla: Círculo Rojo, 2012, 420 pp.
El 16 de mayo de 1964 apareció publicado en el diario La Ilusión el que posiblemente pueda ser considerado como el texto fundacional de la introducción en España del medio audiovisual como fuente de estudio aplicable en el ámbito de la Antropología Filosófica. Su autor fue el filósofo Julián Marías (Valladolid, 1914-Madrid, 2005), uno de los discípulos más destacados de Ortega y Gasset, con quien fundó en 1948 el Instituto de Humanidades de Madrid. Desde la publicación de este texto, hace ahora justamente cincuenta años, muchas han sido las propuestas que siguiendo su estela han abordado las relaciones entre cine y filosofía. Entre ellas cabe citar a Rafael Gómez Pérez y La cultura a través del cine (Madrid: El Drac, 1996); Julio Cabrera y Cine: 100 años de filosofía (Barcelona: Gedisa, 1999); o Juan Antonio Rivera y Lo que Sócrates le diría a Woody Allen (Madrid: Espasa-Calpe, 2004), por sólo mencionar algunas de las más destacadas. Parece, por tanto, que explorar las posibilidades que el lenguaje audiovisual en general —y el cinematográfico, en particular— puede llegar a ofrecer a la expresión del pensamiento humano, tanto a nivel individual como a nivel social, se ha convertido en las últimas décadas en una fuente inagotable de publicaciones y trabajos de investigación.
En esta línea cercana a las relaciones filosofía-cine se inscribe la obra que aquí nos ocupa, Cine: autoconciencia e identidad, escrita por Jordi Clotats y Jaume Florenza, licenciados en Filosofía y amigos personales del prologuista del libro, el conocido ensayista y pensador Francesc Torralba. Partiendo de la capacidad que presentan las películas a la hora de reflejar de un modo fiel no ya sólo la identidad de su autor, sino las mentalidades que a nivel político y social se encuentran en vigor en el momento de su rodaje, los autores trazan un profundo retrato de la cultura postmoderna que de un modo creciente se ha ido apoderando de buena parte del discurso audiovisual, desde la década de los cincuenta hasta nuestros días. A través de una serie de miradas lanzadas a una lista de cincuenta películas, la gran mayoría de ellas filmadas en los últimos sesenta años, a excepción de algunos clásicos como Octubre, Avaricia, Ordet y El crepúsculo de los dioses, la obra va desgranando ciertos aspectos de la postmodernidad que han encontrado una gran predicación en el cine contemporáneo, como son la propuesta de un hedonismo materialista, la defensa del individualismo radical o la crítica a los grandes relatos generadores de sentido.
El innegable interés que genera el libro de Clotats y Florenza debe, no obstante, ser matizado con algunos "peros". Si tanto en el prólogo como en la declaración de principios inicial parece que la obra parte de la intención de lanzar una serie de miradas críticas sobre la línea seguida por el cine mundial en las últimas décadas, a medida que avanza el texto el lector puede tener la sensación que de la crítica inicial se ha ido diluyendo hasta convertirse en una mera exposición, cuando no en una apología de la postmodernidad y de su capacidad para impregnar la lista de películas seleccionadas, por otro lado siempre discutible como sucede en cualquier lista de estas características. Cabe recordar a los autores que en la actualidad existen en el panorama mundial otras corrientes de pensamiento y también otras películas que reflejan su incidencia en la sociedad. Tal vez esta constatación podría inspirar a Clotats y Florenza la redacción de un nuevo volumen, en cuya bibliografía tal vez podrían citar a aquellos autores que les han precedido en el estudio de las relaciones filosofía-cine y que, incomprensiblemente, en éste han sido obviados.
JORDI PUIGDOMÈNECH